IMPONER UN NUEVO RÉCORD: UN VIAJE SIN ESCALAS DE NUEVA YORK A MÉXICO, EMILIO CARRANZA

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Capitán Emilio Carranza (1905-1928) acaecido el 12 de julio de 1928 en Nueva Jersey tras su vuelo de buena voluntad (imagen cortesía)

Por Letra Capitular

Jersey City, NJ.- El Capitán Emilio Carranza Rodríguez (1905-1928) ya era una gloria de los grandes vuelos de la Aviación Mexicana tras imponer algunos récords de distancia, pero el 11 de junio de 1928, el aviador mexicano inició un viaje  con destino a la ciudad de Washington.

Tras dejar el Valle de México continuó con la ruta prevista: Tampico, Galveston, Nueva Orleans y Atlanta, sin embargo, el mal tiempo le impidió completar su vuelo y tuvo que hacer frente a diversas dificultades del clima que le impedía localizar los puntos de referencia en la ruta, por lo que descendió cerca del poblado de Mooresville, Carolina del Norte, localizado a solo 300 millas de Washington; esto, tras complementar 18 horas y 20 minutos de vuelo.

Al día siguiente, es decir, el 12 de junio, despegó de Mooresville en punto de las 13:50 y arribó a la capital de los Estados Unidos a las 17:45 de la tarde, aterrizando en el campo Bolling, donde fue recibido con grandes honores por parte de las autoridades y por el pueblo norteamericano.

En Washington, fue recibido por el canciller Robert Olds y el embajador mexicano en Estados Unidos, Miguel Tellez. Carranza fue objeto de innumerables homenajes y asistió a diversas ceremonias, una de ellas fue su visita al cementerio nacional de Arlington, donde depositó una corona de flores ante la tumba del Soldado Desconocido y fue recibido en la Casa Blanca por el presidente Calvin Coolidge, de los Estados Unidos

El Capitán Carranza partió de Washington con destino a la ciudad de Nueva York, donde lo esperaba su padre, Sebastián Carranza, que en ese momento era cónsul general de México en Nueva York y, desde la Urbe de Hierro, el objetivo era regresar a la Ciudad de México en un vuelo sin escalas, para establecer un nuevo récord.

Arribó a Nueva York, aterrizando en la base aérea Mitchel, en Long Island, siendo recibido por una gran multitud. En la Gran Manzana recibió diversas muestras de afecto y admiración, el alcalde de Nueva York lo recibió en el Palacio del Ayuntamiento y realizó una visita de carácter oficial en la Academia Militar de West Point, donde pasó revista a los cadetes.

El mal tiempo al parecer siempre conspiró contra el piloto mexicano, que se vio obligado a retrasar varias veces la salida debido a las inclemencias del clima pero fue el aviador estadounidense Charles Lindbergh, anfitrión en Nueva York de Carranza, quien le recomendó posponer su salida y aunque el vuelo se suspendió indefinidamente hasta que hubiera condiciones que garantizaran un vuelo seguro, El Capitán Carranza tomó de pronto una decisión que sorprendió a todos: la de realizar el vuelo de regreso sin importar las condiciones climatológicas. Así, el piloto mexicano dio las órdenes pertinentes para que todo estuviera listo, a pesar de que los reportes del tiempo no eran prometedores, al contrario, el clima empeoraba.

La mañana del día 12 de julio de 1928 a las 7:28, Emilio Carranza despegó a bordo de su avión Ryan “México – Excélsior” desde el campo aéreo de Mitchel con destino a la Ciudad de México. En medio de una tormenta eléctrica, con muy baja, por no decir, nula visibilidad. Algunos testigos presentes esa mañana no daban crédito del por qué el Capitán Emilio Carranza había levantado el vuelo.

Tras no recibir noticias del piloto mexicano y su avión se inició la búsqueda y horas más después, al caer la tarde en una zona boscosa de altos pinos de Mount Holly, New Jersey, se localizó completamente destrozado, al Ryan “México – Excélsior” y entre sus escombros se encontraba atrapado el cuerpo inerte de Emilio Carranza.

Se dio paso a la investigación y se emitió una versión oficial del accidente donde se indicó que el avión fue alcanzado por un rayo y por resultado perdió un ala

Comenzaron a salir diversos rumores sobre el accidente, todos sin fundamentos ni bases razonables, sobre un sabotaje realizado al avión por celos y envidias. Sin embargo, entre los cercanos al Capitán Carranza, familiares, amigos e incluso compañeros se comentó que él había recibido un día antes un telegrama en donde por órdenes superiores se le mandaba salir inmediatamente hacia México.

La muerte de Emilio Carranza causó diversas polémicas en su momento, las que se mantienen hasta ahora, sobre todo a la que se refiere al citado telegrama que recibió del general Amaro, titular de la Secretaría de Guerra y Marina, en donde se le ordenaba que iniciara el vuelo de retorno de inmediato, independientemente de las condiciones meteorológicas. La familia del joven piloto ha sostenido esta versión.

El cuerpo del Capitán Piloto Aviador Emilio Carranza, arribó a la estación de Tacuba, procedente de Nueva York, el día 28 de julio y recibió honores en el Zócalo de la Ciudad de México y posteriormente sus exequias se llevaron a cabo en Palacio Nacional.

Tanto en Nueva York como en la Ciudad de México se rindieron homenajes populares los cuales fueron impresionantes, con grandes cantidades de ciudadanos, de todos los extractos sociales, que hicieron acto de presencia.

El destino truncó la vida del joven piloto que a sus veintitrés años se convertía en el más joven y prometedor aviador mexicano que moría en nombre de México y su aviación. Emilio Carranza se encuentra sepultado en la Rotonda de Hombres Ilustres y todos los años, la Fuerza Aérea Mexicana le rinde un homenaje en su aniversario luctuoso..

En 1931, se erigió un monumento de 12 pies (3,6 m) en el Bosque Estatal Wharton en Tabernacle Township, Nueva Jersey, donde se marca el sitio de su accidente. Este monumento se pudo colocar en este sitio gracias a la recaudación de fondos donados por los estudiantes mexicanos. En este lugar cada año es honrada la memoria de Emilio Carranza por lugareños y autoridades, acompañados por cónsules mexicanos.

Para mantener su memoria y enaltecer su legado, el 27 de diciembre de 1949, el entonces presidente Miguel Alemán, emitió el decreto con el cual se instituía la condecoración “Emilio Carranza” que se otorga todos los años, desde el 20 de julio de 1950, por parte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes al personal Técnico Aeronáutico que se ha distinguido al servicio de la aviación mexicana.

Rindió honores el Consulado General de México en Nueva York a la memoria del aviador mexicano, Capitán Emilio Carranza en Tabernacle, NJ (imagen cortesía)
Guardia de Honor en memoria del Capitán Emilio Carranza, aviador mexicano en el marco de su 94 aniversario luctuoso (imagen cortesía)
Delegación mexicana en Tabernacle, NJ, rindiendo honores a la memoria del Capitán Emilio Carranza (imagen cortesía)
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