Por Javier Gochis
Jersey City, NJ.- A la mitad de la ciudad, justo en medio de las casas y los edificios de apartamentos, se encuentra un lugar histórico. A la vista de todos, pero en muchos casos pasa desapercibido; para algunos es una muralla de piedra, mientras que para otros es un espacio donde las parejas se citan a escondidas.
Es un área boscosa elevada que va desde la calle Brunswick a lo largo de la calle seis, hasta el Bulevar Marín, en pleno corazón de Jersey City y que divide a los vecindarios de Harsimus Cove, al sur y Hamilton Park al norte. Al lugar se le conoce como Sixth Street Embankment.
Se trata de una antigua vía ferroviaria que tiene casi una milla de extensión, es decir menos de 1.6 kilómetros y que se convertiría en un parque peatonal lineal, la respuesta de Jersey City a la High Line de la ciudad de Nueva York. Pero la compañía ferroviaria Conrail, antigua propietaria del terreno, está tratando de cederlo a un desarrollador privado, sin antes ofrecerla a la ciudad.
Durante 15 años la municipalidad de Jersey City ha estado en litigio por este predio, sin embargo, el resultado de esa batalla podría decidirse lejos de la antigua vía cubierta de vegetación. El futuro del parque de ensueño de la ciudad podría depender de una próxima decisión de la Junta de Transporte Terrestre (STB, por sus siglas en inglés) una agencia federal en Washington, D.C.
La Junta de Transporte Terrestre, se creó después de la eliminación en 1995 de la Comisión de Comercio Interestatal Federal y “tiene jurisdicción sobre tarifas, prácticas y servicios ferroviarios y transacciones de reestructuración ferroviaria, incluidas fusiones, ventas de líneas, construcción de líneas y abandonos de líneas". según su sitio web.
Los cinco miembros de la agencia, que son nominados por el presidente de los Estados Unidos y aprobados por el Senado, emiten decisiones sobre asuntos ferroviarios en todo el país. Eso les da autoridad sobre Embankment, el sitio de las líneas de ferrocarril de Pensilvania abandonadas hace mucho tiempo que alguna vez fue propiedad y operó Conrail.
Diseñada por el ingeniero civil James J. Ferris, la línea ferroviaria elevada se erigió entre 1901 y 1905. La estructura de piedra, que se extiende por seis cuadras entre el Bulevar Marín y la calle Brunswick una vez llevó siete líneas ferroviarias en la rama Harsimus del ferrocarril de Pensilvania a unos 27 pies (un poco más de ocho metros) por encima de la tierra, hasta que terminó su uso como vía de carga en 1999.
Conrail vendió la propiedad a un grupo de LLC controladas por Victoria Hyman y su esposo Steve en 2005 por tres millones, pero la ciudad impugnó la venta en los tribunales, iniciando una batalla legal que ha durado casi tres lustros.
En 2009, la Comisión de Preservación Histórica denegó unánimemente al desarrollador una solicitud hecha por el esposo de Hyman, Steve Hyman, para derribar la estructura. Pero un juez federal también dictaminó ese año que Jersey City y los grupos que luchan por preservar el terraplén de Sixth Street no tenían capacidad legal para revertir la venta de la propiedad por parte de Conrail. En tanto su destino está en vilo.