Por Javier Gochis
Jersey City, NJ.- Con la participación de más de un centenar de artistas y 125 espacios que albergaron exhibiciones, demostraciones, foros y eventos especiales, y una afluencia de más de 20 mil asistentes, se llevó a cabo el pasado fin de semana la 31 edición de la Ruta del Arte o Annual Jersey City Art & Studio Tour (JCAST, por sus siglas en inglés).
En un afán por adaptarse a la “nueva normalidad”, Jersey City, al igual que su vecina Nueva York, abre de nueva cuenta sus espacios para recibir al público y ofrecer servicios, entretenimiento y productos. El mercado del arte que ha estado cerrado durante la pandemia, no es la excepción y ha resurgido con más vida que nunca.
La Ruta del Arte, que en esta ocasión involucró por primera vez el arte urbano, es decir los murales que alberga la ciudad, como escenarios para el desarrollo de eventos culturales, es un claro ejemplo de cómo Jersey City trabaja de lleno para consolidarse, no solamente como un escaparate, sino como un destino de cultura a nivel nacional e internacional.
En un lugar del Hudson River
Enclavada en el Condado Hudson, al norte del estado de Nueva Jersey, en la ribera oeste del caudaloso río Hudson, ahí, frente a la isla de Manhattan se encuentra la pujante, moderna y multiétnica Jersey City. La localidad se ha consolidado al paso de los años como un polo de desarrollo en diversos sectores, en particular la cultura.
La posición geográfica de Jersey City la ha convertido en un cruce de caminos donde los extranjeros y la misma comunidad norteamericana han encontrado un hábitat propicio para desarrollar un exitoso entorno familiar, además de ser tierra fértil para los negocios en diferentes rubros y crear centros educativos, deportivos y culturales.
El trabajo de más de una década se ve consolidado actualmente a través de los distintos programas que el Ayuntamiento lleva a cabo y desarrolla con las comunidades que conforman la población pluricultural que alberga Jersey City: “la ciudad de los murales”.
La ciudad de los murales
Desde hace casi una década, Jersey City encontró un derrotero que marcó el devenir del paisaje urbano y con él, deconstruyó la forma en cómo sus pobladores interactúan, habitan y perciben la ciudad; se trata del Jersey City Mural Art Program, un detonante que encausó las inquietudes de los jóvenes y les abrió un espacio de expresión.
Durante el verano el programa de muralismo que coordina el Ayuntamiento local a través de la visión del artista Duda Penteado, bajo la directriz de Brooke Hansson y la asistencia de Catherine Hart, ha convertido a Jersey City en un lienzo a cielo abierto más de 120 murales.
Estas policromías hablan de historias comunes y a la misma vez disímbolas. Espacios que en antaño fueron talleres, fábricas o simplemente basureros, hoy son un espacio de recreación y un lugar donde los artistas han puesto a prueba su técnica, creatividad y talento. Es por eso que Jersey City lleva el sobre nombre de: “la ciudad de los murales''.