EL DÍA QUE MÉXICO SALVÓ A ESTADOS UNIDOS: LA BATALLA DE PUEBLA, 5 DE MAYO DE 1862
Por Javier Gochis
Jersey City, NJ.-El 5 de mayo de 1862, el ejército francés se enfrentó al ejército mexicano en la ciudad de Puebla. La derrota del ejército francés fue un punto clave para transformar la historia de México y Estados Unidos. El futuro sería prometedor, los dos países vecinos como socios y aliados en los asuntos culturales y también en los negocios, pero el asesinato de Abraham Lincoln el 15 de abril de 1865 transformaría nuevamente el destino de ambas naciones.
Para hablar acerca de la Batalla de Puebla se necesita conocer el contexto de la época. Durante su guerra civil de fines de la década de 1850 (Guerra de Reforma), México había adquirido una deuda externa significativa, que el emperador francés Napoleón III finalmente usó como excusa para expandir su imperio colonial al otro lado del Atlántico e invadir México.
La primera mitad del siglo XIX había sido una época de guerras, derrotas y pérdidas para la nación mexicana. La Guerra de Independencia (1810), la pérdida de Texas (1836), la primera invasión francesa en 1838 (La Guerra de los pasteles) y la Invasión Norteamericana (1846-1848), habían dividido la unidad nacional y el país estaba en bancarrota.
Sin embargo, cuando el ejército internacional integrado por España, Inglaterra y Francia (La Triple Alianza) -expedición que venía comandada por el general español Juanl Prim- llegó en diciembre de 1861 a Veracruz y las negociaciones en la Hacienda de La Soledad no convencieron a la delegación francesa y desembarcaron su ejército para invadir México, el presidente Benito Juárez supo convocar a la unidad del pueblo mexicano. La pieza clave fue el general Ignacio Zaragoza, jefe del Ejército de Oriente.
Los inconvenientes de la Guerra Civil
Estados Unidos, aunque hostil a cualquier intervención europea en México, estaba preocupado por su convulsa Guerra Civil. Francia había organizado una fuerza militar conjunta (La Triple Alianza) para recuperar las deudas morosas de México, ante un desafiante presidente Benito Juárez que había suspendido los pagos de la deuda externa.
Cuando Napoleón III asignó a un archiduque austríaco, Fernando Maximiliano, como emperador Maximiliano I de México en 1863, Estados Unidos no reconoció el régimen francés en el país vecino, pero con la Guerra Civil en su apogeo, Estados Unidos decidió permanecer neutral con la esperanza de que Francia no reconociera ni ayudara a los Confederados.
Sin embargo, la victoria mexicana del 5 de mayo en la ciudad de Puebla obligó al ejército francés, comandado por el general Charles Ferdinand, conde de Lorencez, a replegarse a Veracruz y permanecer en el puerto durante un año, lo que le dio a Lincoln tiempo suficiente para que el Norte recuperara su impulso, y entonces estar en camino de salvar la Unión.
La pregunta es ¿qué hubiera pasado si un ejército francés triunfante hubiera izado su bandera en la Ciudad de México el verano de 1862? Tal vez Napoleón III podría haber reconocido la Confederación y la historia se habría escrito de otra manera.
La Batalla de Puebla no fue solo una batalla por la dignidad del pueblo mexicano, sino también una batalla por la democracia. El general Ignacio Zaragoza salvó a Estados Unidos. ¡Eso es un hecho!
Estados Unidos celebra el Cinco de Mayo desde 1863, pero no está mal. La victoria militar mexicana sobre el ejército francés en Puebla impidió que los franceses ayudaran a los Confederados durante la Guerra Civil estadounidense. Así que este 5 de mayo alcen sus margaritas y al brindar digan ¡Viva Zaragoza! y ¡Viva México!