TEXAS: UNA CONTINUA HISTORIA DE PERFIDIA NORTEAMERICANA, CHOQUE DE CULTURAS Y EMPUJE ECONÓMICO
Por Javier Gochis
Jersey City, NJ.- Entre San Antonio y la frontera con México, se encuentra un pequeño poblado fundado en 1853 -tan solo ocho años después de la anexión de Texas a Estados Unidos- por Reading Wood Black, un joven de 22 años, originario de Nueva Jersey. El pueblo fue nombrado por su fundador Encina, pero en 1856 al consolidarse la urbanización, se decidió rendir homenaje al general Juan de Ugalde. El pueblo es el actual Uvalde, Texas.
A principios de la semana, la tragedia llamó a las puertas de Uvalde, un lugar donde casi todos hablan español porque es una localidad poblada por “inmigrantes” mexicanos de primera o segunda generación, es decir, hijos de “migrantes”, y vienen al caso las comillas, porque los mexicanos siempre han estado en Texas. La frontera los rebasó.
La escuela de Uvalde es un tejabán. Esta descripción, me remitió al libro La pérdida de Texas, de la doctora Ángela Moyano Pahissa, donde en su introducción comenta que al llegar los colonos norteamericanos a Texas y asentarse a más de 100 kilómetros de San Antonio, donde se encontraba el mayor núcleo de mexicanos. “¡Ni siquiera tuvieron que aprender el idioma ni por supuesto las tradiciones ya que al no haber escuelas mexicanas, los colonos continuaron con las suyas!”
Interesante lo que ha sacado a la luz la masacre: que la escuela de una población fundada por un joven de Springfield, Nueva Jersey, Reading Wood Black (1830-1867), tenga una escuela indigna. El racismo texano una vez más en evidencia, como cuando llegaron como colonos en 1820: morales en cuanto a sus principios, pero no en cuanto a los del vecino.
Continuará…